Extrañezas

Flores de papel mache, de piedra y cal;
a lo lejor un estridente color musical,
con toques de amargura y estereotipos,
con pinceladas de uno que otro suspiro.

Hadas inconscientes de amargura
traspasan la barrera de la locura;
caminos errantes de deseo
saturan mi alma entre torturas.

Comerciantes del destino,
juegan en pleno verano al suplicio;
y solo esperan a que pase otro día,
y solo juegan a que mueras en vida.



Lluvias ácidas sobre mi mente,
yo sigo al filo de la espada hiriente,
tratando de ocultar la pausible dosis de extrañeza,
y pretendiendo ser una figura detrás de la apariencia.

Hola extraña, bienvenida a la ciudad...

Respirar

Ventanas, ventanas...
¿me dibujaron? ¿o solo me paresco?
no quiero ser oscura y de color negro,
y con lagrimas aprisionadas, cuajándose en algo incierto.

Grandes ojos y un silencio
guardamos la pintura y yo...
que me llamo la atención desde el comienzo,
sin darme cuenta que podría ser un sombrío reflejo...
'¡No se parece a mí!' reclamé...
pero si mi corriente no cambia y sigo estancada,
me volveré loca y seré como esa figura, desolada...

Palabras ya cansadas... agotadas,
y solo escribo poesía, ¡bah! como si fuera gran cosa.
Ya es como la misma desgastada tonada,
y me siento como una carga a mi misma,
y me quiero tirar para no cargar conmigo...

Salidas y encrucijadas; ¡ya basta!
no soy cartón de amores perdidos,
no soy el ave gris que tiene cien mil suspiros...
solo soy una ingenua mortal que vive entre muertos y vivos.

Silencios asfixiantes, momentos petrificantes...
solo quiero respirar, ¿es tan difícil?
No me quejo, después de todo hay pequeños suspiros
que devuelven al alma un poco de tranquilidad y alivio.
No me quejo, después de todo siempre habrá amigos,
espíritus que ayuden a tomar aire aún estando en el infinito...