domingo, 26 de abril de 2009

En el bosque de la vida

Destellos translúcidos se cuelan por mi mente
y el sonido exterior da paso al subconsciente,
mientras tanto, palabras caóticas emanan de tu boca
y solo es cuestión de tiempo para ver tu derrota.

No importa si no sabes discernir entre actitud y latitud,
no importa si solo estás aqui por interés o convicción;
mi alma está tranquila y este soneto deja ver mi calma.

Antorchas insaciables de conocimiento se hacen presentes
y las dríadas del bosque me guían al final de la fuente,
donde encuentro la claridad de mis pensamientos distantes
y observo la quietud de mis sentimientos aún frágiles.

No importa si confundes la realidad con la mentira,
no importa si solo juegas para llenar tu vida vacía;
mi ser es fuerte y sin duda se enriquece cada día.

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